La responsabilidad no tiene edad. Es el mensaje que queda claro en Cochochi, una película filmada en México que narra la historia de Tony y Evaristo, dos jovencitos de catorce años que reciben la encomienda de su abuelo de llevar unas medicinas a través de la de la Sierra Tarahumara, en el norte del país.

En el trayecto, pierden el caballo blanco que tomaron sin permiso de su abuelo y aunque logran llevar la medicina a su destino, regresan tristes ante el inminente regaño del anciano. Sin embargo, el conflicto de la pérdida del animal se disuelve cuando este regresa sólo a los terrenos de su amo.

La película fue presentada ayer sábado en el Club Mauricio Baéz, ante un público compuesto por niños, jóvenes y adultos que rieron y ovacionaron emocionados durante la proyección.

Laura Amelia Guzmán e Israel Cárdenas, directores de la película, contaron que la experiencia de grabar Cochochi, su primera película, fue impactante, pues todo era nuevo y novedoso. Explicaron que lo más difícil fue mantenerse en contacto con las personas del poblado y lograr una interacción en la que no parecieran intrusos en el lugar.